Son los más comunes y consiste en la instalación de un implante para devolver el diente perdido. En algunos casos se puede hacer todo el tratamiento en un día mientras que en otros se puede realizar de forma tardía. La cirugía toma generalmente 20 minutos y se realiza con anestesia local.
En brechas menores es posible realizar la instalación de dos implantes y posteriormente rehabilitar con una prótesis fija plural, disminuyendo los costos y obteniendo buenos resultados estéticos y funcionales.
En muchas oportunidades no existe suficiente soporte óseo para instalar implantes. Cuando ocurre la perdida dentaria, lo normal es que existe reabsorción y en definitiva pérdida ósea. Una opción frente a esto, es la instalación de implantes zigomáticos que hacen que la oseointegración se realice en un lugar distante a la boca y así se evite la instalación de injertos óseos.
La cirugía se realiza con técnicas diferentes a las convencionales e implica la posibilidad de insertar una prótesis fija que cubra los objetivos estéticos y funcionales.